EUROPA
PRESS
19 julio
2016
Un trabajo liderado por investigadores de
El
grupo de investigación Genética del Cáncer de Piel y de la Pigmentación Humana
(Melanogén), coordinado por el profesor Conrado
Martínez-Cadenas, ha estudiado las diferencias entre hombres y mujeres en
cuanto a la pigmentación --color de ojos, cabello y piel-- como también de
respuesta al sol, es decir, la historia de quemaduras solares y la existencia
de pecas irregulares y manchas causadas por la exposición solar.
Este
estudio se ha llevado a cabo con la colaboración del grupo de investigación de
la doctora Gloria Ribas, del Instituto de Investigación Biomédica Incliva. En el trabajo participaron 1.057 personas, el 52
por ciento de las cuales eran pacientes de melanoma procedentes de hospitales
de Castellón, Valencia, Madrid y Bilbao.
"Se
analizaron 384 variantes genéticas y seis características físicas de los
individuos, y los resultados muestran que, con la misma variabilidad genética,
los hombres tienden a presentar una piel más clara y una peor respuesta a los
efectos de los rayos ultravioleta", según ha afirmado Martínez-Cadenas.
Factores
El
cáncer de piel está determinado tanto por factores ambientales, como por
ejemplo la exposición solar, como por otros genéticos. De hecho, las personas
con piel u ojos claros y cabellos rubios o pelirrojos cuentan con una
probabilidad entre 20 y 30 veces más alta de tener un cáncer de piel en su vida
que las morenas, que se broncean con facilidad.
Por
otro lado, varios estudios han comprobado que las hormonas femeninas favorecen
la producción de la melanina, el pigmento que protege la piel del sol. De
hecho, "los estrógenos podrían ser la causa de que las mujeres tengan una
tonalidad más oscura de piel, aunque el genotipo de un hombre y de una mujer
sea el mismo, de forma que el riesgo de sufrir cáncer de piel de las mujeres
resulta menor. Tanto es así que éste prevalece más en los hombre", ha
argumentado Bárbara Hernando, investigadora del grupo Melanogén
de la Universitat Jaume I y coautora del trabajo.
Este
estudio sobre melanoma en el estado español surgió a raíz de una investigación
precedente, cuyos resultados "mostraron que los hombres tienden a tener
los ojos más claros que las mujeres con la misma variedad genética", ha
añadido Martínez-Cadenas.
La
investigación de la genética de la pigmentación humana es importante para
comprender la biología y la evolución humana, así como la biología del cáncer
de piel. La identificación de variantes asociadas con características
fenotípicas que predisponen a cáncer de piel ofrece la oportunidad de estudiar
su asociación con riesgo de cáncer cutáneo.
Pero,
además, los estudios llevados a cabo por el grupo Melanogén
de la UJI en otros campos revela que la introducción del factor 'sexo' en el
modelo de predicción del color de ojos, desarrollado para finalidades forenses,
"mejoraría de forma significativa la tasa de éxito en la identificación de
un individuo a partir, por ejemplo, de una muestra biológica encontrada en una
escena del crimen", según ha explicado Martínez-Cadenas.
Tratamientos
Debido
al elevado número de factores que rodean el melanoma, los tratamientos para
combatirlo no han avanzado mucho en los últimos años. Por eso, la prevención es
"el arma más efectiva contra el melanoma, la mejor manera de prevenirlo es
reducir la exposición solar en horas de máxima incidencia de rayos
ultravioletas y utilizar protección solar -y como mínimo de 30- cuando se
realizan actividades al aire libre", ha comentado Bárbara Hernando.
La
autoexploración y las visitas periódicas al especialista, sobre todo si se
detectan pecas irregulares, de un color no homogéneo o de un diámetro superior
a los seis milímetros "son fundamentales para prevenir esta
enfermedad", ha finalizado la investigadora de la UJI.
El
grupo de investigación Melanogén de la Universitat Jaume I, liderado por Conrado Martínez-Cadenas,
desarrolla tres líneas fundamentales. La primera de ellas, las bases genéticas
de la susceptibilidad humana a melanoma y otros cánceres de piel; la segunda
está centrada en los mecanismos moleculares y las vías de señalización
intracelulares involucradas en la génesis y progresión de los cánceres
cutáneos, tanto melanoma como no-melanoma --carcinomas basocelular
y espinocelular--.
En
último término, sus estudios abordan factores genéticos, hormonales y
ambientales involucrados en el desarrollo de lesiones pigmentarias benignas: efélides,
nevus, lentigos solares y melasmas, entre otras.